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Hablemos de EducaciónNoticias

Equidad de género y la educación

 

-Yo no voy a la escuela porque soy mujer y debo quedarme a limpiar la casa y atender a mis hermanos.

– ¿Gastar dinero en la educación de mis hijas? ¿Para qué? Si ellas deben casarse y quedarse en la casa cuidando a sus hijos. Es dinero tirado a la basura!

– ¿Estudiar Ingeniería? Eso es para hombres, mejor estudia para educadora, pedagogía o psicología, esas sí son carreras para mujeres.

Seguramente has escuchado más de una vez este tipo de comentarios y llegaste a conocer niñas y adolescentes que tuvieron que dejar la escuela para trabajar o bien para hacerse cargo de su familia.

A las niñas se les educa con base en estereotipos de género que limitan sus oportunidades de desarrollo y acceso a mejores condiciones de vida. Los estereotipos de género son generalizaciones y creencias sobre cómo deben ser y deben comportarse los hombres y mujeres; son expectativas de lo femenino y lo masculino.

Los estereotipos de género hacen distinciones y restricciones sobre una persona en función de su sexo y afectan el ejercicio de sus derechos de manera igualitaria en la sociedad[1].

Tal es el caso del acceso a la tecnología para las niñas. Actualmente las mujeres y las niñas de todo el mundo se enfrentan a un gran reto para integrarse a la economía digital,estudios recientes muestran que las niñas tienen cinco veces menos probabilidades que los niños de escoger una carrera relacionada con las tecnologías. [2]

Los estereotipos y marginación de la mujer en la educación tiene consecuencias graves por lo que preparar a las niñas para que escojan carreras relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) no es solo una cuestión de igualdad de género, sino una necesidad urgente para el desarrollo.

En México las brechas de inequidad educativa se profundizan a medida en que se avanza en la trayectoria escolar[3], la educación media superior es la que presenta mayor deserción debido al matrimonio infantil, el embarazo adolescente, la violencia y el trabajo doméstico.

Por lo anterior, educar en igualdad desde la casa, donde tanto niñas y niños tengan las mismas oportunidades permitirá que las niñas puedan acceder a la educación formal, la cual constituye una pieza fundamental para el desarrollo económico de los países, así como para erradicar la desigualdad de género.

De acuerdo un análisis de la UNESCO[4], la educación dota de autonomía a las mujeres, fomenta la tolerancia, forma parte de la solución de los problemas medioambientales, preserva la vida de las madres, salva la vida de los niños y niñas y combate el hambre.

A través de la educación es como se transforman vidas, se rompen los círculos de pobreza y violencia, nos abre una nueva visión del mundo y multiplica las opciones que tenemos para mejorar nuestras condiciones de vida. Promovamos la eliminación de los estereotipos de género para que todas las personas, sin importar su sexo, puedan acceder a las mismas oportunidades.

Con base en todos los beneficios que trae para la sociedad la educación de las niñas, tanto gobiernos como sociedad civil debemos trabajar de la mano para generar políticas y acciones claras en materia de igualdad respecto al acceso a la educación y lograr que cada niña en nuestro país tenga la oportunidad de recibir educación formal sin que su preparación académica quede truncada en los niveles educativos iniciales.

Autor: Victoria Cardin /Proyect Manager UNETE

 

[1] Consejo Nacional para Prevenir La Discriminación, CONAPRED México

[2] Plan Internacional, 2016

[3] Niñas y niños fuera de la escuela, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
México, 2016

[4] https://www.unicef.org/spanish/education/index_44865.html